El escaso discurso sobre el #MOOC en español se está volviendo una desarticulada traducción, en algunos casos hasta inexacta, de los imaginarios virtual de este tema en el inglés. Esta necesidad de validación e inseguridad que se presenta al utilizar inclusive terminología foránea al español nos plantea una dificultad ideológica y de parámetros. Con el uso de la imitación de discursos, especialmente usados en la academia norteamericana, proyecta un futuro estéril que contradice el íntimo principio de contracultura y desmantelamiento presente en el MOOC y la filosofía de recursos abiertos en general. Este desmantelamiento que atenta contra estructuras educativas ya obsoletas universalmente, requiere de una espontaneidad de principio y no una copia de los recursos y parámetros ideológicos. Como ya lo han propuesto pensadores de este espacio (OER), es necesario experimentar y dar libertad a proyectos nuevos con propuestas locales que van a fortalecer el gran proyecto mundial. Más aún, es necesario encontrar parámetros ya presentes en nuestros espacios de comunicación social (social media) para así proyectar posibilidades verosímiles a nuestra población. La imposición de una ideología externa a los parámetros del Sur, solamente logran una fracturación aún más evidente en la ya ambigua sintaxis de nuestro espacio virtual. La Academia funciona con realidades diferentes según la región; una fidelidad excesiva al centro nos plantea una contra argumentación de los principios y filosofías del área de recursos abiertos. Lo que propongo no es un nacionalismo anti-norte, sino una lógica pragmática que fortalezca nuestros espacios virtuales locales, lo que va a beneficiar a todos globalmente por igual. Si bien este principio se va a plasmar eventualmente, repensarnos el uso de las tecnologías en lo local en un contexto global, nos va a ahorrar mucho tiempo.