Calzadoras de dagas, representación
de arquetipos femeninos en la literatura tanguera de principios del
siglo XX.
Por Fabián Banga
University of California at Berkeley
Annis Pratt propone en su libro Dancing
with Goddesses, que es posible encontrar arquetipos literarios clásicos
en la poesía contemporánea. Define a estos arquetipos
de esta manera:
"I would define such archetypes as galvanizing
psychological complexes which, far from being rigid either in content
or effect, vary according to individual experience and cultural context."(1).
Pondrá énfasis Pratt en un
arquetipo en particular, el de la Medusa, el cual contará con
dos puntos fundamentales: es netamente femenino, y remarca poder e independencia.
No es extraño que en una sociedad netamente patriarcal, este
arquetipo haya sido visto con cierto trastoque negativo. Un ejemplo
de esta idea de marginación es el trabajo de C. G. Jung y su
discípulo Erich Neumann, quienes asociarán a la Medusa
con el concepto de "madre terrible". Estos universos teóricos
que proponen asociar el poder con lo masculino y la pasividad con lo
femenino son indudablemente parte de la base de la construcción
de los imaginarios nacionales de fines de siglo XIX en Latinoamérica.
Desde esta ideología, la construcción de la patria requerirá
de un papel femenino que discrepe tácitamente con una "madre
terrible" independiente tanto en el campo sexual como el económico.
Pero esta propuesta nacional no evitó
que algunas mujeres se independizaran y desde la marginalidad crearan
una realidad que contradiga los horizontes propuestos por el imaginario
de la nación. Esto generó que, por ejemplo en la literatura
tanguera, el arquetipo de la mujer terrible apareciera explícito
en infinidad de ejemplos, dando a su vez testimonio de la existencia
de estas "malevas" de las orillas de Buenos Aires. En este trabajo nos
proponemos analizar ejemplos de esta "otra nación" generada en
los suburbios porteños, y también, vislumbrar cómo
estos espacios ideológicos fueron batallados militantemente inclusive
dentro del espacio marginal del tango. Para este propósito utilizaremos
letras de tangos, cuentos y poemas en donde estos temas se presentan.
La realidad nacional
Para entender la realidad del tango y el
papel que la mujer cumplió en este espacio cultural, es necesario
entender las características presentes en la Argentina de fines
de siglo XIX y principios del XX. Más precisamente la realidad
de Buenos Aires, metrópolis del Río de la Plata que junto
con Montevideo fueron, por sus características sociológicas,
generadoras del movimiento cultural que hoy entendemos por Tango. La
prosperidad económica y los horizontes trazados por la clase
gobernante de construir una nación "blanqueada" por
imaginarios europeos, llegaran a diagramar no solamente el mapa geográfico
de la nueva república, con el incremento de la centralización
de los espacios de poder en la cosmopolita Buenos Aires, sino que también
diagramaron en estas circunstancias el mapa racial y cultural, afectado
directamente por las masas inmigrantes.
Como propone Salessi:
El habitante del campo, el bárbaro
de los textos de Sarmiento de mediados de siglo diecinueve, a fines
de siglo cambió de significado cuando la inmigración
colmo las ciudades, y dejaron de ser los centros de civilización
europea imaginados por Sarmiento y se transformaron en los centros
de la degeneración y la decadencia que hemos visto en los textos
de Bunge.(2)
Agregando a este tema, Silvia Pellarolo
propone en su artículo "De minas y tangos, sainetes y cabaret"
el siguiente párrafo:
Desde el punto de vista social, la influencia
parisina en la cultura del cabaret dio un toque de excentricidad a
un problema angustiante que había venido asolando a la población
desde principios de siglo, pero en la segunda década se magnificó:
la falta de empleo y la prostitución. Esta se desarrollo promovida
por una situación demográfica desequilibrada debido
a que los contingentes inmigratorios —y migratorios— eran en su mayoría
formados por hombres, lo que ocasionó una notable "carencia"
de mujeres en la capital.
De este fermento cultural de inmigración
interna y externa, el tango tomó auge no solamente como baile
sino como expresión cultural urbana implícitamente marginada
por los ideales de una Nación, que como acertadamente también
propondrá Salessi, veía en el campo el "repositorio
real" de la nacionalidad autentica. Esta búsqueda de regreso
a unos orígenes rurales, naturales y gauchescos, trastocará
con las nuevas modalidades urbanas inmersa en una cultura enriquecida
por la inmigración ¾ como es
el caso de la italiana, tan presente en la cultura tanguera¾
y que eran vistas como promiscuas, subversivas y delictivas por las
clases oligárquicas nacionales en el poder.
Este proyecto de nación blanqueada
y cristiana necesitaba, para sus teóricos, de una imagen de mujer
asociada con el espacio interno del hogar y que cumpliera el papel de
"madre de la patria", generadora de la nueva raza. Estas características
de mujer implicaban una sexualidad femenina controlada y supeditada
a los intereses de procreación(3).
Estos ideales contrastarán con la realidad de la gran urbe de
Buenos Aires que contaba con enormes contingentes de inmigrantes, en
su mayoría hombres, que representaban una creciente demanda de
prostitutas y una amenaza a los ideales del Estado de generar una sociedad
moralmente conservadora. Esta realidad generó también
otro espacio de interés sobre el cuerpo femenino, el de aquéllos
que intentaron controlarlo con fines lucrativos. En este contexto social
es que la demanda del cuerpo femenino se convirtió en mercancía
comercial rentable para los que desde una realidad de nación
paralela y marginal, vieron el negocio y la rentabilidad que proponía
la prostitución. No extraña por esto que uno de los personajes
de las novelas de Roberto Arlt, el Rufián Melancólico
de Los lanzallamas y El juguete rabioso, proponga la implementación
de prostíbulos como recursos de financiación de una revolución
anarquista. De esta forma el cuerpo de la mujer se vuelve un espacio
codiciado no solamente por los ideales del estado, sino también
por los intereses de los cafiolos (proxenetas) de los arrabales porteños.
La amenaza de independencia
Estos intereses patriarcales, tanto por
el estado como por las fuerzas marginales, visualizaban como un peligro
cualquier tipo de forma de independencia y fuerza femenina. De ahí
que las imágenes de arquetipos femeninos en el espacio literario
tanguero sean mal vistas y criticadas por un narrador o interlocutor
que en su mayoría, obviamente, era hombre. Esto implicaba que
la imagen de la mujer pública, moderna e independiente, representara
una amenaza que era combatida militantemente desde diferentes perspectivas.(4)
Una forma de intento de control de la independencia femenina se ve muy
claramente en el espacio que en este artículo nos toca tratar,
el universo del tango. En algunos casos la estrategia era proponer discursos
moralizantes que buscaban persuadir a las mujeres de seguir una vida
sedentaria en su propio barrio de origen. Hay un tango que ejemplifica
esto muy claramente, llamado "No salgas de tu barrio", letra de A.J.
Rodríguez, música de Enrique Delfino y compuesto en 1927,
que pone énfasis en esta problemática de la independencia
femenina. Éste fue estrenado por Azucena Maizani en el teatro
"Porteño" en julio de 1927 y recita así(5)
No abandones tu costura,
muchachita arrabalera,
a la luz de la modesta
lamparita de kerosene...
No la dejes a tu vieja,
ni a tu calle, ni al convento,
ni al muchacho sencillote
que suplica tu querer.
Desecha los berretines
y los novios milongueros,
que entre rezongos del fuelle,
te trabajan de chique.
No salgas de tu barrio, sé buena
muchachita,
casate con un hombre que sea como
vos
y aun en la miseria sabrás
vencer tu pena
y ya llegará un día
en que te ayude Dios.
Como vos, yo, muchachita,
era linda y era buena;
era humilde y trabajaba,
como vos, en un taller.
Dejé al novio que me amaba
con respeto y con ternura
por un niño engominado
que me trajo al cabaret;
me enseñó todos sus
vicios,
pisoteó mis ilusiones,
hizo de mi este despojo,
muchachita, que aquí ves.
En este caso, se entrevé la preocupación
de la independencia de la mujer en la urbe porteña que ofrecería
más posibilidades que los suburbios del arrabal. No quita esto
que haya tangos que propusieran un contra-discurso a estos ideales sedentarios.
Tal es el caso de "Tata... llevame p’al centro", Letra de
Scolati Almeida y Música de Enrique P. Maroni.
Tata! Llevame p'al centro...
que aquí estoy muy aburrida!
Le tengo bronca a la vida,
ya no puedo aguantar más.
Todos los días lo mismo...
que a la cocina, a la feria,
Pucha digo, qué miseria!
Qué hacés que no me llevás!!
Poneme un apartamento
como tienen los bacanes,
con pufis y con divanes
pa' poderla apolillar.
Un regio cuarto de baño
con el líquido caliente
porque si voy a otro ambiente
yo me tengo que bañar.
Los intentos de independencia eran amenazados
también por chascos emocionales, que vaticinaban tangos como
"A la gran Muñeca":
Yo te he visto pasar por la acera
con un gesto de desolación,
y al pasar no miraste siquiera
que entendía tu desilusión
En otros ejemplos, la independencia económica
de la "bacana" ¾ mujer rica
y exitosa¾ era vista como una traición
a sus orígenes humildes y al "amor verdadero" que en
general un interlocutor abandonado recita en el poema o en la lírica
de tango. Tal es el caso del poema "Citroen" del poeta Carlos de la
Púa:
Siempre en cuncliyas te miró mi
pena
antes de ser lo que sos hoy, bacana,
en la enlozada vieja en que se entrena
el loro poliglota de Ritana.
Después, con más chiqué y con más tacto,
en la aliviada que te dió la guita
te divisé montada al artefacto
que Lola Mora en el balneario imita.
Y ayer, en el Florida matutino
que cantara Rubén en verso fino,
te campanié de nuevo embelesado.
En la higiénica imagen atrevida
tu blanca Citroen de mantenida
era como un bidet estilizado.(6)
Otro poema en donde se repite este tema
de una forma evidente es en "La costurerita que dio aquel mal paso",
de Evaristo Carriego, que dará espacio luego a tangos como "De
todo te olvidas" (Cabeza de novia) con letra de Enrique Cadícamo
y música de Salvador Merico, compuesto en 1929.
De un tiempo a esta parte, muchacha,
te noto
más pálida y triste.
Decí: ¿qué tenés?
Tu carita tiene el blancor del
loto
y yo, francamente, chiquita, no
sé...
¿Qué pena te embarga? ¿Por
qué ya no ríes
con ese derroche de plata y cristal?
Tu boquita, donde sangraron rubíes,
hoy muestra una mueca, trasuntando
un mal...
[...]
¿Qué es lo que te pasa?
Cuéntame, te ruego
que me confidencies tu preocupación.
¿Acaso tu pena es la que Carriego,
rimando cuartetas, a todos contó?
De todo te olvidas, cabeza de novia,
pensando en el chico que en tu
corazón
dejó con sus besos sus credos
amantes,
como un ofertorio de dulce pasión.
El intento de desilusión no se presenta
solamente en el campo moral. Inclusive en los tangos menos moralizantes
y en voz de interlocutores de baja alcurnia, la independencia de la
mujer no es bien vista. Por ejemplo en el tango "Margot" con
letra de Celedonio Esteban Flores y Música de Carlos Gardel y
José Razzano, compuesto en 1919, se propone:
Siempre vas con los muchachos
a tomar ricos licores
a lujosos reservados
del Petit o del Julien,
y tu vieja, pobre vieja,
lava toda la semana
pa' poner para la olla
con pobreza franciscana
en el viejo conventillo
alumbrao a querosén.
Yo recuerdo no tenías
casi nada que ponerte;
hoy usas ajuar de seda
con rositas rococo...
Me revienta tu presencia
pagaría por no verte;
si hasta el nombre te has cambiado
como has cambiado de suerte,
ya no sos mi Margarita,
ahora te llaman Margot.
Ejemplos similares se ven también
en el teatro, en algunos sainetes de la época. En el caso del
dramaturgo Nemesio Trejo se ve este tema claramente en los sainetes
Las mujeres lindas y El testamento ológrafo. En
el primero, Silvia Pellarolo, en su libro sobre Nemesio Trejo, nos remarca
la conversación entre Nicolás y Manuel donde nuevamente
aparece esta idea de la mujer como una "mina"(7)
para ser explotada.
Nicolás:— (...) quien te
dice que se formaliza la cosa, nos enlazamos y me encuentro con una
mujer linda que puede ser mi fortuna .
Manuel:—La verdá, hermano,
que una cara linda en una mujer es un cheque en blanco. Seguí
el afile, que como se han puesto las cosas, hoy por hoy, pa enlazarse,
que sea con lazo de oro.(8)
Y más adelante:
Chauffeur:— Hacen (sic) tres meses,
agente, que yo me lleve por delante un musolino(9)
y quedó el pobre hecho un acordeón. Me metieron preso
y me hubiera chupao unos cuantos años, pero yo tengo mis influencias
y mi mujer, que la pobre cuando hace falta... (...)
Agente:—(Al Chauffeur) Vea lo
que es tener mujer linda , amigo. No hay mejor influencia pa un juez
que una cara linda. Yo he visto muchos casos de ésos.(10)
La mujer nuevamente aparece como una mercancía
para ser negociada a la hora de ser necesario. Este tema presente en
Trejo también se verá en otros sainetes ¾
que no valdría la pena entrar en detalles ya que las características
son muy similares¾ tales como Música
criolla (1906) de Carlos Mauricio Pacheco y Pedro Pico; Los
últimos fríos (1910) de Alberto Novión, entre
otros.
La otra perspectiva, La Moreira
Lo interesante es ver que la representación
de esta tensión sobre el control de la mujer, en algunos casos
muy lejos está de mostrar a ésta como un simple objeto
de posesión pasivo. Ejemplos de mujeres "fuertes" que
resistían a esta dominación patriarcal abundan. Trabajos
como el de Francine Masiello, Entre civilización y barbarie,
ejemplifican esta problemática en abundantes detalles. Estas
imágenes de mujeres fuertes aparecen no sólo en numerosas
letras de tango y sainetes, sino también en trabajos literarios
como los ya nombrados de Arlt, o la historia de Sebastián Tallón,
"El Cívico y la Moreira", a la cual se le atribuyen
antecedentes históricos reales. En esta historia de Tallón,
el tema principal es el de la explotación y relación romántica
entre una prostituta y un proxeneta. La historia es de singular interés
ya que ejemplifica en abundantes detalles, características de
la Moreira que lejos están de encajar en los proyectos patriarcales
de mujer materna y no-social. Según Tallón, El Cívico,
un cafiolo de gustos amanerados y con fama de matón, vivía
con la Moreira de quien tomaba no sólo provecho comercial ¾
ya que ésta lo mantenía¾
sino que también dependía emocionalmente, al estar románticamente
asociado a ésta. Esta pareja vivía en un lugar típico
de ambiente de tango, un conventillo:
vivía en la pieza numero 15 del
Sarandi, conventillo situado en la calle Epónima, entre Constitución
y Cochabamba.(11)
La Moreira era hija de gitanos andaluces,
también proxeneta, prostituta, lancera y gran bailarina como
El Cívico. Le valía este nombre por su fama de cuchillera
y en referencia al famoso gaucho, Juan Moreira, figura mitológica
del folclore nacional y que según cuenta la leyenda, era un hombre
de gran bravura. En el caso de la Moreira, al igual que en el Cívico,
encontramos el "germen contaminador" de la época, del
cual habla Salessi, que según el conservadurismo oligárquico
era la inmigración de europeos meridionales, como los italianos,
gitanos y judíos del este de Europa. Para ejemplificar la personalidad
de la Moreira, Tallón dirá:
En las venas le burbujeaba la bravura gitana
y, con ser tan femenina en su apariencia, y tan hermosa, en sus tareas
sombrías era de mucho "valor" como tiradora de daga, y de ahí
su apelativo.
Comúnmente usaba un puñal;
pero cuando debía aventurarse sola en las noches de más
afuera [...] salía con botas de caña alta, que llegaba
casi a la rodilla, y en la derecha calzaba la daga o un sable bayoneta.(12)
Estas características de mujer fuerte
no eran un caso asilado en la Moreira, ni mucho menos. También,
recita el tango "Ciudad de tango" de Ignacio Copani:
Y vos doblando la esquina
sos como esas minas que hacían
temblar
a los guapos y a los giles,
y a los adoquines del viejo arrabal.
La Moreira lejos está de jugar un
papel pasivo en la historia. Sus características de mujer fálica
se extienden en la inversión que ella misma presenta al ser ella
además una intermediaria entre el deseo sexual masculino y el
deseo económico de las prostitutas. Será, según
Tallón, una cafishia, socia de su marido en el reclutamiento
de pupilas y, por sobre todo, administradora y proveedora del
hogar, característica netamente masculina en la sociedad patriarcal.
Esta imagen de mujer independiente en lo económico, propondrá
un perfil subversivo y peligroso no sólo para los códigos
e ideales del estado patriarcal, sino también para el mundo marginal.
La amenaza de independencia de estas mujeres planteaba una quiebra económica
y un peligro al sustento diario. No es exagerado el énfasis que
se ponía en el provecho económico que estas mujeres ofrecían.
Roberto Arlt, en su novela Los siete locos, expone esta idea
en una charla entre Erdosain y el Rufián Melancólico de
esta manera:
¾ ¿Y
usted no las quiere? ¿Ninguna de ellas lo atrae especialmente?
Recién después de lanzada
esta pregunta Erdosain comprendió que acababa de decir una
tontería. El macro(13)
lo miró un segundo, y repuso:
¾ Escúcheme
bien. Si mañana me viniera a ver un medico y me dijera: la
Vasca se muere dentro de una semana la saque o no del prostíbulo,
yo a la Vasca, que me ha dado treinta mil pesos en cuatro años,
la dejo que trabaje los seis días y que reviente el séptimo.(14)
A modo de conclusión
Cuando Pratt enmarca el arquetipo de la
Medusa en un contexto cultural nos ofrece una pista importante al trazar
una línea analítica que apunta a desarticular un proyecto
de objetividad asociada intrínsecamente con un centro masculino,
presente en nuestras sociedades desde sus orígenes. La reinterpretación
de estos valores, es indudablemente un proyecto subversivo hacia el
estado patriarcal tan presente en la construcción de las naciones
de fines de siglo XIX. La aberración hacia la mujer independiente,
como en el arquetipo de la Medusa, propone un discurso implícitamente
masculino y patriarcal, presente en la conciencia colectiva. Y habría
que remarcar que no es éste un caso exclusivo de las nuevas naciones
latinoamericanas, como el caso de la Argentina. En la literatura europea
del siglo XIX encontramos numerosos ejemplos del miedo que planteaba
el arquetipo de una imagen de mujer independiente. En algunos casos,
este arquetipo se contraponía abierta y explícitamente
a la imagen femenina materna y supuestamente saludable que los proyectos
higienistas de fines del siglo XIX proponían para la "ciudad-organismo",
usando términos de Salessi. Un ejemplo de esta aberración
se ve muy claramente en la novela de Bram Stoker, Dracula, cuando
un grupo de hombres protagonistas, dirigidos por el científico-doctor
alemán Van Helsing, deciden asegurarse que la un-dead
Lucy, no es el supuesto vampiro que aparentemente está robando
niños en las noches de Londres. Los hombres esperan a Lucy en
la cripta y aterrados la ven entrar con un niño en brazos. Esta
imagen maternal es desarticulada cuando la vampira ve a los hombres
y sin ningún instinto maternal, arroja al niño al piso.
Oh, God, how it made me shudder to see
it! With a careless motion, she flung to the ground, callous as devil,
the child that up to now she had clutched strenuously to her breast,
growling over it as a dog growls over a bone.(15)
Esta aberración al rechazo de la
maternidad por la mujer, es generada indudablemente por la insubordinación
a las reglas del estado patriarcal y al papel que este orden le atribuye
a la madre.
Volviendo más específicamente
al tema del tango, encontramos en concordancia con esta lógica
pro-maternidad, que la imagen de la madre es asociada con un espacio
de exagerada devoción. Pocos temas son de tanta estima como el
tema de "la madre" en el tango. Infinidad de letras de tango
atribuyen a la "santa" un espacio opuesto al de la "mina",
dos términos que son, en el lunfardo, irreconciliables. Tal es
el grado de devoción hacia la imagen de la madre, que en algunas
letras de tango como "Victoria", de Enrique Santos Discépolo,
se celebra que la mujer se haya marchado con otro hombre, ocasionando
esta libertad del abandonado, el retorno a la casa materna. La madre
es prácticamente de una forma inequívoca una santa que
abnegadamente acepta los dolores y las carencias de la vida cotidiana
de una forma pasiva. Inclusive en el tango "Margot" ¾
que ya hemos mencionado¾ se propone
de la madre: "y tu vieja, pobre vieja, / lava toda la semana /
pa' poner para la olla / con pobreza franciscana".
Esto es quizás una prueba de que
los roles que se le atribuyen a la mujer en este contexto no son simplemente
parte de un proyecto de nación, sino una cantidad de modelos
matrices bien arraigados en la conciencia colectiva. La lucha y la resistencia
a estos preconceptos de mujer pasiva no se hacen esperar a la hora de
releer la historia de la Argentina. Posiblemente los mayores ejemplos
de esta resistencia se entrevean no solamente en ejemplos literarios
como el de la Moreira, o en figuras históricas como Eva Perón;
sino en la vida cotidiana ocupando el espacio externo de la calle y
de la protesta atribuido solamente al hombre por la autocracia patriarcal.
Quizás el mejor ejemplo sea el caso de Las Madres de Plaza de
Mayo, reconciliadoras imágenes de madre activa en contraposición
a la dictadura. O como propone Masiello, en "las microprácticas
de las mujeres [que] han abierto un espacio para la acción; permiten
una teoría del poder de gestión cultural que invita a
repensar la formación del Estado."(16)
Bibliografía
Anderson, Imagined Communities: Reflection
on the origin and spread of nationalism, London: Verso, 1983.
Arlt, Roberto, Obra Completa (Tomo
Uno), Buenos Aires: Editorial Planeta, 1991.
Conde, Oscar, Diccionario etimológico
del lunfardo, Buenos Aires: Perfil Libros, 1998.
Masiello, Francine, Entre civilización
y barbarie, Mujeres, Nación y Cultura literaria en la Argentina
moderna, Rosario: Beatriz Viterbo editora, 1997.
Pellarolo, Silvia, Sainete criollo,
democracia / representación, el caso de Nemesio Trejo.
Buenos Aires: Corregidor, 1997.
¾ , "De
minas y tangos, sainetes y cabaret," Ollantay VI, 1 (Fall 97a)
Pratt, Annis, Dancing with Goddesses:
Archetypes, Poetry, and Empowerment. Bloomington: Indiana University
Press, c1994.
De la Púa, Carlos, La Crencha
engrasada, Buenos Aires: Corregidor, 1996.
Puccia, Enrique Horacio, Nemesio
Trejo pionero del Sainete Criollo, Buenos Aires: Academia Porteña
del Lunfardo, 1993.
Salessi, Jorge, Médicos maleantes
y maricas. Rosario: Beatriz Viterbo Editora, 1995.
Stoker, Bram, Drácula.
New York: Norton & Company, 1997.
Tangueando, Testimonios, cuentos y
poemas, Mario José Grabivker, editor. Buenos Aires, Ediciones
instituto movilizados de fondos cooperativos, 1992
Notas
(1).-
Pratt, p.5
(2).-
Salessi, p. 242
(3).-
en referencia a este tema de la construcción del imaginario
de la nación, ver Benedict Anderson, Imagined Communities:
Reflection on the origin and spread of nationalism, London, Verso,
1983
(4).-
Para ahondar más en este tema, ver el trabajo de Francine Masiello,
Entre civilización y barbarie.
(5).-
Las letras de tango y la información sobre sus compositores,
fue tomada de la página del server Gardel "Tango Lyrics" http://argentina.informatik.uni-muenchen.de/tango
(6).-
de la Púa, p.49
(7).-
El término "mina", que es un lunfardo -argot y jerga de Buenos
Aires-, implica esta idea de "mina" como doble sentido de mujer y
espacio para ser explotado, aunque su idea segunda se haya perdido
con el tiempo. Por otro lado implica una idea sexual implícita,
y se relaciona con otros argot como "mineta": práctica del
sexo oral en los genitales femeninos, o "minetero" aficionado a practicar
la "mineta".
(8).-
Pellarolo, p. 204
(9).-
Se llamaba "musolino" a los barrenderos municipales, que eran en general
de origen italiano.
(10).-
Pellarolo, p. 204
(11).-
Tangueando, p. 31
(12).-
Tangueando, p. 33
(13).-
Proxeneta
(14).-
Arlt, p. 144
(15).-
En la edición de Drácula, editada por Nina Auerbach
and David J. Skal se agrega a pie de página esta nota:
The vampire Lucy is very much of
her decade in this callousness toward children. Lethal anti-mother
were a fixture in 1890s literature, specially in works by conservative
polemicists who feared feminism as a threat to woman's maternal missions
(Stoker, 188)
(16).-
Masiello, p.284
Copyright
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not be stored, displayed, published, reproduced, or used for any other
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