Entrevista a La Herejía
Por Fabián Banga
Formación
Actual: Alejandro Picciano (Guitarra y Voz), Rodrigo Soler (Teclados,
Armónica y Coros), Ernesto Lapeña (Bajo), Diego Chiquetto
(Batería), Josemi García (Percusión), Tancredo (Violín)
y Mariano Vallejo (Flauta Traversa)
El Rock Nacional en Argentina, o como se
le llamaba en algún momento: Música Progresiva Nacional,
ha sido siempre un sinónimo de resistencia y de visión
alternativa a la realidad que nos rodea. La capacidad de asimilarse
a los avatares históricos que nos tocaban vivir marcó
a fuego un dominio inconfundible. Tal es así que este movimiento
no es solamente musical. Por ejemplo, María Elena Walsh no sólo
nos daba canciones para niños en plena dictadura, también
nos ayudaba en la catarsis de recuperación frente a las heridas
de aquel cuco profundo. Su arte se presenta como un camino de salida
de ese dolor íntimo en la oscuridad de la noche, una salida de
la mano de una tortuga y una luna en quimono que nos venían a
quitar el miedo. De ahí que este movimiento no declarado y nacional
de alguna forma también fuese la lucha de la fragilidad frente
a la maquina. Y la maquina hoy oxidada se revuelca en el pasado, y la
fragilidad nos queda en la literatura, la música y mucho de lo
que somos hoy en día.
"El anillo del Capitán Beto" no
solamente en su momento llegó a exorcizar un lugar lejano impregnándolo
de argentinidad, sino que también nos ofreció una forma
de ver el mundo, pensar conceptos universales armonizados con los bizcochitos
y el mate. El capitán se va porque no puede aguantar más,
y una vez que se ha ido se da cuenta que tampoco aguanta semejante soledad.
Termina existiendo en esa tensión que crea una estética
única y profundamente poderosa, la de existir en un lugar que
ni es adentro ni afuera. De alguna forma, la música, la literatura,
la pintura o cualquier arte que se haga afuera del centro, produce algo
con una originalidad digna de prestarle atención.
Ese espacio del "ni afuera ni adentro",
fue lo que presentí la primera vez que escuché un tema
de La Herejía. Había algo indescriptiblemente porteño
en su música, pero el compromiso parecía no ser con la
nostalgia, sino con una cierta rebeldía primaria, una rebeldía
que me sonaba familiar, una visión local fuera de lo local. Quizás
lo que agudice este tipo de visión sea el haber estado viviendo
más de 12 años fuera del país. Esto coincidía
con la realidad de los muchachos de La Herejía, que no estaban
tocando en San Telmo o Mataderos, estaban en Madrid. Pero asociar a
La Herejía solamente con la nostalgia sería una injusticia.
Musicalidad fresca, precisión aguda y trabajo en conjunto hacen
del repertorio de méritos de este grupo. Evidentemente no tienen
miedo de fusionar un coro de cancha con el más límpido
sonido de un violín. Esto viene a recordarnos que el horizonte
que se está buscando no es solamente una improvisación
circunstancial. A la distancia, y como justa difusión de lo que
estos muchachos están haciendo en Madrid, se generó esta
entrevista.
¿Cuánto hace que están
tocando juntos?
(Alejandro) La banda empezó a fines
del noventa y seis, pero se consolidó a fines del noventa y ocho,
que fue cuando todo empezó a ser más serio y a tener ideas
más claras. Creo que desde que entró Diego Chiquetto se
produjo un cambio fuerte consolidando lo que es la banda hoy. Él
y yo, que somos los que más tiempo tenemos en la banda, estamos
en La Herejía hace más de 5 años.
¿Cuál fue el aporte de Diego?
(Rodrigo) Diego consolidó la base
rítmica de la banda, estudió muchísimo para grabar
el disco, y al empezar a tocar todos los temas con metrónomo,
la banda se ordenó y empezó a trabajar más profesionalmente.
Además en la parte creativa nos ayudaba, porque había
más posibilidades de desarrollar distintos estilos que antes
con otros bateristas no se podían tocar.
¿Cómo fue el tema de la mudanza
a España?
(Alejandro) Cuando Argentina estalló
a fines del dos mil uno, no quedaban muchas otras alternativas para
hacer música. Nosotros acabábamos de grabar un disco y
casi no podíamos ni presentarlo, teníamos que gestionar
hasta el último tramo de cada concierto. Realmente en lo político
era muy deprimente ver como se cargaban al país, y arrasaban
con las esperanzas enteras de un pueblo. Entonces decidimos de una manera
no muy ortodoxa venirnos a Madrid.
Esto sin saber ni donde íbamos a
dormir, si alguna vez íbamos a poder tocar en algún sitio.
Era todo pura aventura. Vivíamos todos en un cuarto de una pensión
con dos mil instrumentos. No sé si fue por lástima pero
nos empezaron a dar conciertos de repente, en salas increíbles,
e hicimos muchos festivales con artistas importantísimos de aquí.
¿Cómo es el público que
escucha a La Herejía?
(Alejandro) Es muy variado. No solamente
hay jóvenes, también viene gente más grande a vernos,
cosa que con el rock en Argentina pasa menos. Y obviamente, también
vienen muchos argentinos que andan por aquí. En este tiempo somos
muchos los que hemos venido a España.
Es decir que de alguna forma se han
vuelto una banda de la diáspora argentina en España.
(Rodrigo) Sí, vienen muchos argentinos
cuando se enteran que somos de allá, y tenemos un grupito que
nos sigue a todos lados. Igual tenemos más público español,
la verdad es que a la gente de acá le gusta mucho el Rock Argentino.
Estamos muy contentos, ya que el principal problema que tienen las bandas
argentinas que vienen a tocar acá, es que dan conciertos, pero
sólo van los argentinos, y los madrileños ni se enteran.
Quizás las discográficas argentinas tendrían que
preocuparse un poco más por promocionar a sus artistas acá,
y no encerrarse tanto.
¿Por qué La Herejía?
(Alejandro) Porque es una palabra fuerte,
y porque creo que preferimos ser considerados herejes, antes que pro
Iglesia Católica. También para reivindicar a toda esa
gente que ellos mataron considerándola hereje. Así se
cargaron siglos de cultura y sumergieron al mundo en una de sus épocas
más oscuras, para pedir perdón 500 años después.
Nuestra forma de homenajear a esos mártires del poder eclesiástico
es llamarnos La Herejía.
Durante la época del proceso militar
en Argentina, la Iglesia también funcionó como un poder
inquisidor. Así que todos esos tipos que desaparecieron y mataron,
con la santa bendición de la Iglesia, también serían
herejes para ellos ¿no? Pues entonces nosotros también lo somos.
Hay mucho de popular en todo el estilo,
mucho del barrio, algo claramente local en la música de la herejía.
¿Cómo se reconcilia esto con la idea de estar afuera del país?
Es decir, ¿se justifica aún más por el hecho de no estar
en lo local? ¿Una especie de diáspora rockera en el exilio?
(Alejandro) Mira, en las canciones nuevas,
que estamos preparando para el próximo disco, ya hablamos más
de Madrid, del exilio, o del barrio o país.
Pero todo esto a la distancia, como viéndolo
de lejos, desde otro lugar. Uno escribe sobre lo que vive, lo impacta,
sobre las cosas que lo conmueven, para bien o parar mal. En "Fantasmas
Borrachos" hay cosas y lugares comunes sobre Buenos Aires, que
no son las mismas que si hubiéramos vivido en Salta o en Córdoba.
Y hay otras que sí, porque son más ambiguas. Madrid es
una ciudad que está mucho más cerca de casa de lo que
parece. Culturalmente son muy similares muchas de las cosas que vivís
acá y en Buenos Aires. El barrio y la gente que uno ama viajan
siempre con uno, están ahí. Es como un amor más
puro, más profundo. Yo no tengo fotos de San Telmo en mi casa,
las llevo impregnadas en el alma, en mi acento, en mi forma de ser.
No escucho un tango y lloro, lloro si simplemente tengo ganas de llorar;
y mucho menos como esa gente que anda pataleando y arma un escándalo
por un puto frasco de dulce de leche. Si hay bien y sino otra cosa.
Claro, comparto lo que propones y este
tipo de inmigrante frustrado está en todas partes, el que putea
a la Argentina adentro y la llora afuera. Pero más allá
del argentinito nuestro de cada día, del que necesita el dulce
de leche y la banderita para recordarse que es argentino; hay otro tema
que si es valido, que es el del desarraigo inspirador, una estética
del producir afuera. El producir a San Telmo afuera de San Telmo. Hay
algo de esto en La Herejía, ¿no es así? Hay pasajes y
temas que te llevan a una cantina porteña, la fainá y
el moscato están ahí y son apreciados por el que lo escucha.
Y no desde la simple nostalgia sino desde la valides de lo que no existe
afuera. Por eso traíamos a Los Fabulosos, que no pueden ser de
otra parte que de Buenos Aires. Y esto con la distancia se agranda enormemente.
(Rodrigo) Sí, obviamente la nostalgia
aparece a la hora de escribir, uno no pierde nunca sus raíces.
Cuando uno se acuerda de su barrio, sus amigos, su infancia, eso está,
y aparece siempre...
Nosotros escribimos de lo que nos pasa, de lo que vivimos y de nosotros
mismos. Obviamente que eso se va a notar. Porque viví 22 años
en Argentina y llevo un año y medio acá. Las culturas
son muy similares, pero igualmente siempre hay cosas que hacías
allá que acá no se pueden hacer.
¿Son conscientes de la influencia que
tuvieron en ustedes grupos como divididos, Los Fabulosos o Fito? Este
último sobre todo es claro en vos Alejandro que sos el cantante.
(Alejandro) Yo creo que como Fito, mi primer
gran ídolo fue Charly García (siempre lo será).
Él fue el que me abrió la cabeza a todo lo que escuché
después y me marcó el amor a la música. Entonces
de tanto escuchar después se pegan cosas. Después con
Fito lo mismo porque al principio era del mismo palo.
Pero es también evidente que,
en tu caso, no sólo te influenciaron estos músicos, sino
que de esa base construiste un estilo distintivamente personal. ¿Crees
que algo similar pasó con los otros músicos de la banda?
(Alejandro) En el grupo somos muchos y
creo que el rock argentino tiene grandes nombres, desde donde se pegan
las influencias. Nosotros estamos muy orgullosos del rock que se hace
en Argentina. Hemos escuchado mucho rock argentino, de ahí que
sea lógico que se peguen cosas. Más aún, me da
muchísimo placer que músicos argentinos como Spinetta
o Atahualpa nos influencien más que músicos de afuera.
Eso es un privilegio en Argentina, porque en otros países no
pasa.
A pesar de que el CD no es un proyecto
a gran escala, suena bien armadito, con pasajes bien trabajados. Sobre
todo el arreglo al final de "enanos" (audio)
suena muy bien. Cuéntenos un poco sobre el proyecto de grabar
¿cómo, dónde, con qué?
(Alejandro) Digamos que el estudio no era
el más grande, pero no fue un proyecto menor. Había un
montón de gente trabajando atrás. Aquí nos habían
propuesto grabar ya dos veces en lugares distintos. Una era en vivo,
que era muy caótico, y otra en un estudio muy grande en donde
querían quedarse con el material y manipularlo ellos. También,
en este estudio, querían quedarse con los derechos. Después
Mariano Vallejo, que ahora también toca con nosotros,
nos ofreció grabar en su estudio y nos consiguió el contrato
con la discográfica de su grupo folk: Nemo. Pero ahí tuvimos
toda la libertad para poder hacer el disco, y aunque hubiera sido mejor
contar con más medios, nuestra intención era poder mostrar
el grupo en su estado más puro.
Yo adoro el repertorio del disco y creo
que las canciones están muy bien. Pero ha sido un paso increíble
tener un disco editado en España, y para el próximo seguro
que contaremos con más medios. Pero este será para siempre
un disco fundamental en nuestra vida.
¿Quién compone en la herejía?
(Alejandro) En este disco he compuesto
la mayoría de los temas yo, pero no siempre es así. Rodrigo
también hace muchas canciones, lo que pasó fue que justo
este repertorio ya estaba más ajustado. También con el
retorno a Buenos Aires de otros integrantes viejos y la entrada de Rodrigo,
me acaparé un poco la composición. Eso está buenísimo
a la hora de los derechos de autor (risas).
Igual también todos aportamos un
montón a cada canción sea de quien sea. También
lo hacemos a la hora de versionar un tema, ya que nunca lo hacemos ni
parecido al original.
¿Cuáles son los planes para el
futuro?
(Alejandro) Grabar otro disco. Si podemos
empezando en enero o febrero. Estamos ahora organizando muchos conciertos
fuera de Madrid para todo este año. Y lógicamente sería
un gustazo y un anhelo que el disco se pudiera editar en Argentina y
poder volver a tocar allá, con el disquito abajo del brazo. Sólo
hay que trabajar y seguir haciendo las cosas como las estamos haciendo,
paso a paso y disfrutando cada momento.
Link:
www.iespana.es/laherejiarock